En Santa Teresa, barrio bohemio de Río de Janeiro, atravesando una puerta de hierro que no dice mucho, se despliega un hotel del mismo nombre, muy hippy-chic, estilo apropiado y expandido por los brasileros en sus posadas de descanso. Lo más agradable de la decoración en este lugar es ver arte y accesorios diseñados con mucho ingenio y recursos básicos. Para las lámparas del lounge, Zemog utilizó rines de bicicleta y a los marcos de los espejos le adaptó escobas y brochas burdas.
También encontré sus lazos metálicos. Aunque en realidad no se comparan, de alguna manera estas texturas metálicas, me recuerdan a nuestra increíble e insuperable Olga de Amaral. Esperemos que algún día ella pase por aquí...Lo interesante de este artista brasilero, es que a los lejos cautiva y en detalle, la construcción de los lazos sorprende en simplicidad e ingenio.
Por: Adriana Gómez Navarro
"Los hogares cuentan la historia de quienes la habitan, las casas cuentan la historia de quienes la construyen"
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