miércoles, 4 de febrero de 2009

Lugares cotidianos

Restaurante el obrero Buenos Aires.
Estos cafés están por todas partes en el mundo. Las mesas y las sillas suelen verse gastadas y dependiendo de la antigüedad hasta los vasos se ven rayados. Los meseros normalmente están súper apurados y el lugar esta rebosado de gente a toda hora. Los cuadros de la paredes son medio temáticos: famosos del cine, del fútbol, del día, de lo que sea en realidad. La fachada normalmente es un marco de madera con vidriera atiborrada de letreros como se ve en esta foto de Guido’s Bar en Bueno aires.




Yo sueño que algún restaurantero bogotano se anime a colgar en las paredes un poco de relevancias cotidianas. Esto sobre una plataforma de diseño "viejo-gastado" de baldosas blancas (10x10?) que se usaron en los banos de los 70,s-80’s, con cavas de vino o botellas de cerveza con letreros de publicidad. No puede faltar el panel de madera que protege la pared de la mitad hacia abajo. Para Bogotá se me ocurre que podrían ser fotos de la Candelaria del comienzos del siglo pasado, o en la misma época de los banistas del río Bogotá, o simplemente fotos de un buen segmento de los acontecimientos macondianos de nuestra nación. Es que hay disenos que cuentan historias y en este caso son historias cotidianas. De la gente que pasa, que vuelve y que envejece con el lugar y en la ciudad.

También esta este concepto de salón de Té. 














Muy sencillo pero demasiado romántico como para no querer hacer un alto en el camino, tomarse algo y ponerse a hablar de lo que sea. Ojalá algún día el concepto de restaurantes o cafés bogotanos se apropiara de estos sabores mundanos.

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